EL SEÑOR DE SIPÁN
Malu Otero
Señor de Sipán, fuerza y luz del pueblo mochica,
Brújula que indicaba el camino en la oscuridad,
Eras quien señalaba el momento de la partida,
Y declaraba la guerra y la paz, con su autoridad
Señor de Sipán, que presidía los rituales mágicos,
Tan pronto te fuiste, como cuarenta años tenías tú
Te fuiste pronto, casi tres siglos después de Cristo,
Te fuiste pronto pues gozabas de vigor y juventud
Mas te asolapó una epidemia y de tu pueblo te sacó
Dejándolo sin líder espiritual, jefe político y militar
De tus atuendos el cetro de oro y plata te acompañó
Y el collar de maní en su dualidad: oro sol/plata lunar,
Se pasaba del culto de los muertos al retorno a la vida,
En la Huaca Rajada se guardaba tu historia y realeza:
Tres lanzas agudas, sandalia de plata la ruta adivina,
Los pies hacia el norte cardinal, hacia el sur la cabeza.
Cuchillo de plata bien puesto hacia la derecha, se vería
El otro, de oro, hacia la izquierda, dualidad mantenida.
Oh, Señor de Sipán, de gloria tu memoria se cubriría,
El siglo veinte te redescubre y nos enriqueces la vida
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