Artista y maestro extraordinario de su instrumento, músico virtuoso aclamado como uno de los mejores de su generación con solo sus 41 años goza del reconocimiento internacional,, Maxim Vengerov ganador del premio Grammy, además destaca como director de orquesta y es uno de los solistas más demandados de toda la música clásica.
Nacido en 1974 en Novosibirsk, capital de Siberia, Vengerov comenzó su carrera como violinista a los cinco años de edad. A los diez ganó el Concurso Internacional Henryk Wieniawski, y a los 15, el Carl Flesch, ambos de gran prestigio internacional.
Realizó estudios de música con Galina Tourchaninova y Zakhar Bron. A los diez años de edad hizo su primera grabación. Incansable en su búsqueda de nuevos medios de expresión creativa, Vengerov se ha dejado inspirar por estilos musicales diferentes, incluyendo el barroco, el jazz y el rock.
En 2007 siguió los pasos de algunos de los maestros que más han influido en su carrera: Mstislav Rostropovich y Daniel Barenboim, e incursionó en la dirección orquestal. En junio de 2014 se graduó como conductor de orquesta con un diploma de excelencia otorgado por el Instituto Ippolitov-Ivanov de Moscú, y continúa preparándose para la dirección de ópera.
Mientras tanto, ha estado al frente de grandes orquestas alrededor del mundo, como las sinfónicas de Montreal y de Toronto. En 2010 fue designado primer conductor principal de la Orquesta del Festival de Gstaad.
En 2013 se inauguró el Festival Vengerov en Tokio con una serie de recitales, conciertos y clases magistrales en las que se combinan la conducción, la interpretación y la enseñanza.
Vengerov inauguró las dos más recientes temporadas de conciertos de las orquestas Sinfónica de Shanghái y de París. También regresó a la Filarmónica de Nueva York y grabó el Concierto para violín y orquesta de Piotr Ilich Chaikovski con la Orquesta Filarmónica de Radio Francia.
Vengerov se presentó como solista con la Orquesta Sinfónica de Toronto en su gira por Israel y Europa, y en los próximos meses regresará a Japón, para la quinta edición del Festival Vengerov en Tokio; a Francia, para dirigir una serie de conciertos con la Orquesta de París, y a Australia, para abrir la temporada de la Orquesta Sinfónica de Sídney y dirigir el final de la temporada de la Orquesta Sinfónica de Queensland, donde permanecerá como artista en residencia.
Maxim Vengerov realiza, además, una amplia labor altruista y de difusión entre los jóvenes de todo el mundo. En 1997 se convirtió en el primer músico de concierto en ser nombrado Embajador de Buena Voluntad de la UNICEF. lo que le ha permitido continuar inspirando a los niños a través de la música. Desde esta plataforma, se ha acercado a niños de escasos recursos en Uganda, Tailandia, los Balcanes y Turquía, recaudando también fondos para muchos programas de asistencia de la UNICEF. Es también mecenas del proyecto Miagi en Sudáfrica, que conecta los niños de diferentes orígenes étnicos a través de la música.
El intérprete toca un violín ex-Kreutzer Stradivari (1727).
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